Durante estos días estamos pudiendo comprobar que Cádiz es una ciudad de fe, de vivencia de Cristo y de su madre, la virgen María. El sábado se palpaba en los templos gaditanos un ambiente inolvidable, jóvenes en oración de forma personal o en grupo, jóvenes acudiendo al sacramento de la Reconciliación,…
Una simple visita a cualquiera de los templos que estaban abiertos daba la oportunidad de compartir junto a muchos jóvenes una misma fe, una misma creencia. Y, es que los peregrinos que tenemos en nuestra ciudad están siendo un revulsivo para nuestra propia fe, están siendo días de compartir y de enriquecernos personalmente.
Por la noche, en torno a las nueve y media, daban comienzo en seis templos del centro de la ciudad oraciones con diversos carismas y sensibilidades. Era una ocasión para experimentar otras formas de rezar, otras formas de vivir en cristiano.
Por citar un ejemplo, en la iglesia de Santiago el Seminario diocesano ofrecía su ya conocida oración vocacional “Natanael”, y para asombro de todo el que pasaba, ¡la iglesia estaba llena! En bancos, por el suelo, en los escalones, todo estaba repleto de jóvenes que están abiertos a la llamada del Señor. Fue muy emocionante cuando algunos peregrinos ofrecían a Cristo sus vidas por completo, así como pedían luz para el discernimiento.
Otras formas de oración llevadas por movimientos y sensibilidades eclesiales eran las de Taizé, el Camino Neocatecumenal, la Adoración Nocturna, o los Cursillos de Cristiandad, así como dos posibilidades ofrecidas por religiosos, la oración contemplativa en la iglesia del Corpus Christi y la oración franciscana en el Rebaño de María.
El día de hoy estará marcado principalmente por el via+crucis diocesano que dará comienzo por la noche a las nueve y media, aunque también volveremos a tener experiencia de Dios en las catequesis, la gran Eucaristía en la Catedral y las visitas guiadas.
Antonio Jesús López García-Mohedano