El lunes 13 de febrero tuvo lugar el encuentro de formación permanente del clero en el Seminario Diocesano de Granada, presidido por el Arzobispo, Mons. Javier Martínez, y en el que participó el Obispo de Cádiz, Mons.Rafael Zornoza.
La presentación del Obispo de Cádiz abordó el tema de la “Pastoral Juvenil tras la JMJ”, y señaló algunas conclusiones obtenidas en la JMJ para su aplicación en la Pastoral de Juventud.
Mons. Zornoza habló de las consecuencias que nos ha dejado la JMJ, celebrada el pasado mes de agosto en Madrid:“Nos enseña que el centro de la Evangelización tiene que ser Jesucristo, la persona de Cristo, el encuentro con Cristo, que pide y provoca un amor apasionado. Por otra parte nos invita a encontrar la racionalidad de la fe y la belleza de la fe”. Además, apuntó la grandeza de una “experiencia de catolicidad y universalidad”, necesaria para que todos los jóvenes de la Iglesia vivan la fe sintiéndose como hermanos.
“Llegamos a comprender la vida cristiana y la belleza de la entrega no como una idea, sino como una experiencia”. “Los jóvenes hoy expresan de muchas maneras la nostalgia de Dios”, señaló el Obispo de Cádiz.
OBJETIVOS CONCRETOS
Mons. Zornoza animó a los sacerdotes y seminaristas a impulsar una propuesta firme en la Pastoral de Juventud: “La Pastoral tiene que hacer una propuesta fuerte, como han sido estas Jornadas, y una invitación a conocer a Jesucristo, y a una renovación de la vida. Querer demostrar la novedad y el atractivo de la vida cristiana”.
“Nuestro proyecto de Pastoral de Juventud tiene que tener una serie de principios y objetivos: no podemos quedarnos en ofrecer unos mínimos de vida cristiana, hay que ofrecer una pastoral de santidad, mediante un seguimiento de Cristo. Eso supone un encuentro con el Señor, de una afirmación de fe, un descubrimiento y una profundización”.