El día de ayer fue un no parar de jóvenes peregrinos en busca de su credencial. Una vez obtenida ésta, en la sede del Seminario Diocesano, los cientos de peregrinos fueron distribuyéndose por los distintos lugares de pernocta. Significativo fue el emotivo encuentro con las familias de acogida que durante estos días previos acogeran al menos a dos peregrinos compartiendo con ellos sus propias experiencias de fe y comunidad.
Casi llegada la noche, hacía su entrada triunfal en el patio del seminario el grupo de Canadá que con anterioridad a su visita a tierras gaditanas realizaba el camino de Santiago y por fin se encontraba con los demás peregrinos que han ido llegando a nuestra diócesis desde el pasado domingo.
Poco a poco la plaza de la Catedral fue llenándose de un magnífico ambiente festivo amenizado por el grupo de animación creado para tal evento. Se escucharon canciones míticas desde la Bamba hasta canciones pop mas actuales. Entre canción y canción los distintos paises entonaron tambien cantes y bailes seguidos por todos resaltando sus paises de procedencia. Daba comienzo así la fiesta.
Tras esta introducción festiva se dió la bienvenida oficial por parte de las autordades civiles de la ciudad que sirvió de antesala a la bienvenida religiosa con nuestro Obispo D. Antonio al frente y acompañado de los Obispos Panameños que tambien nos acompañan estos días.
Pero la protagonista indiscutible de la noche fue la Cruz, nuestra Cruz, la réplica de la Cruz peregrina y el icono de María. De una forma simbólica todos los paises visitantes soltaron su lazo y lo ataron fuertemente a la Cruz. Todo ello dejó una magnífica estampa de unión a Cristo por parte de todos los alli presentes y al son de esa preciosa canción…”muevemé mi Dios hacia Tí, que no me envuelvan los hilos de este mundo…”.
Sin duda no podia haber sido de otra forma la bienvenida de todos los peregrinos que compartirán con nosotros estos Días Previos a la JMJ, previos a la gran fiesta de la juventud.