Oración con D. Rafael
Oración con D. Rafael
11 de octubre
El viernes pasado, comenzamos nuestra ya habitual oración mensual de D. Rafael con jóvenes. Después de la genial peregrinación a la Virgen de la Luz en Tarifa, en donde muchos jóvenes pudimos disfrutar de un fin de semana diferente, queremos mantener aquello que el Señor nos concedió vivir, no sólo en encuentros puntuales, sino en la oración diaria, los sacramentos y la amistad entre nosotros. Por ello tienen lugar estas oraciones, para acercarnos más al Señor y después, tener un rato para estar juntos, mientras tomamos algo en el patio del seminario.
Esta vez, ante el Santísimo, ayudados de los cantos y de un magnífico violín, rezábamos leyendo textos de Santa Teresita del Niño Jesús que D. Rafael meditaba. Trataban sobre la oración y así, poco a poco, vamos aprendiendo cómo rezar, abandonándonos en el Señor. Una de las frases era: “Comprendí bien que la alegría no se halla en las cosas que nos rodean, sino en lo más íntimo de nuestra alma; se la puede poseer lo mismo en una prisión que en un palacio.” Y D. Rafael nos decía que muchas veces tenemos la alegría dentro de nosotros y a veces, la buscamos en pequeñeces que nos dejan vacíos.
Después de este ratito de oración, se nos repartió un folletito sobre cómo orar, según Santa Teresa de Jesús, y pasamos a tomar un refresco y unas patatas al patio del seminario.
La próxima es el 8 de noviembre. ¡Allí nos vemos!
Contemplamos el Evangelio de la oveja perdida y D. Rafael, le decía al Señor que “como el Pastor busca a la oveja, así, Señor, tú me buscas”. Y con el texto del Papa veíamos que el gozo de Dios es que cada uno de nosotros vivamos, la alegría de Dios es el hombre vivo: ‘Yo te amo lo mismo y voy a buscarte y te traigo de regreso a casa’
Después de la oración, estuvimos un ratito tomando patatas y compartiendo.
La próxima: la Vigilia de la Inmaculada, el 7 de diciembre a las 20.30h en la Esclavas.
Esta vez, D. Rafael nos enseñó a cómo rezar con la Palabra de Dios, como hacer Lectio Divina. Como texto del Evangelio meditamos el Bautismo del Señor que celebramos este domingo. Mientras D. Rafael dirigía su oración al Señor, nos guiaba para que también nosotros pudiéramos hacer lo mismo, por medio de unos pasos muy sencillos.
Si no pudiste estar en la oración, aquí te ponemos los pasos, para que tú mismo puedas rezar ante el Sagrario, en tu parroquia, en tu habitación,…
– Invoca… al Espíritu Santo. Pídele que te ilumine y te abra a la comprensión de la Palabra y que te anime a la respuesta con tu vida.
- Lee…muy despacio el texto bíblico. Vuelve a leerlo. Imagina la escena, haz composición de lugar. Puedes leer también algún comentario que te ayude a conocer mejor el sentido del texto. ¿Qué dice el texto?
- Medita… qué te dice el Señor en esta Palabra que has leído lentamente. Una vez que hayas captado el sentido del texto, entonces puedes hacerte esta pregunta: qué me dice esta Palabra a mí. Dale tiempo al Señor y escucha qué te quiere decir. ¿Qué me dice el Señor?
- Ora… respóndele al Señor que te ha dado su mensaje en la Palabra meditada. Tu actitud sea la de la Virgen María: Hágase en mí según tu Palabra.¿Qué le digo al Señor?
- Contempla… quédate impresionado, fascinado, en silencio, en calma. Adéntrate en el Corazón de Dios. Háblale de corazón a Corazón. ¿Qué me hace decirle al Señor?
– Actúa… Si de verdad hubo encuentro con el Señor, no se puede seguir siendo el mismo, algo debe cambiar. Haz un compromiso que brote de este encuentro. Es el salto a la vida.¿Qué va a cambiar?
¿No pudiste ir a la oración? Descárgate aquí la tarjeta con los pasos de la lectio.
La cita, que tiene un carácter mensual, comenzó a celebrarse en la Catedral de Cádiz, pero ahora, desde la Delegación de Juventud del Obispado de Cádiz y Ceuta se ha decidido que tenga un carácter itinerante, sirviendo como convocatoria de jóvenes por distintos lugares de la diócesis.
Las fechas y lugares serán convocadas en la Web del Obispado de Cádiz y Ceuta, Enredadios y en redes sociales.
Una vez más, María Auxiliadora acogió, el pasado viernes 4 de abril, a los jóvenes del campo de Gibraltar. Teníamos una cita con Jesús, el amigo común, que fue traído en procesión por D. Manuel, el párroco y varios jóvenes llevando unas velas encendidas. En el presbiterio esperaba D. Rafael que dirigió el rato de oración. Nos invitó a hablar con Jesús como con verdadero amigo que es y por eso insistió en que le contáramos lo que sinceramente nos apeteciera, de corazón, sin formalismos. Porque cuando, como Moisés, hablamos a Dios de corazón y en verdad, poniendo la vida delante de Él, entonces esa oración nos fortalece, nos llena de vida.
También nos dijo que rezáramos por nuestros amigos. Y por nosotros mismos, para que nunca hagamos nada indigno de un hijo de Dios.
Adoramos al Señor, meditando el evangelio del fariseo y el publicano, y D. Rafael pidió para él y para todos nosotros que seamos verdaderos discípulos y no maestrillos que no se dejan hacer por el Señor. Y luego pedimos en alto por las cosas que nos preocupan.
Tras la bendición, ya en la sala, pudimos compartir y conocer nuevos amigos. Así que… ¡hasta la próxima!