Vigilia de la Inmaculada
Todo por Jesús y a Jesús por María
El pasado miércoles 7 de Diciembre pudimos disfrutar los jóvenes de una Vigilia de oración junto con nuestro Obispo Don Rafael, en la Parroquia del Santo Cristo de San Fernando, en el que la Virgen de la Amargura estaba en besamanos.
Comenzamos a las 21:00 horas con una ofrenda a la Virgen. En ella colocamos un par de velas y un ramo de flores a los pies de nuestra Madre, como señal de afecto y cariño.
Comenzamos a las 21:00 horas con una ofrenda a la Virgen. En ella colocamos un par de velas y un ramo de flores a los pies de nuestra Madre, como señal de afecto y cariño.
Posteriormente, realizamos una meditación sobre la Virgen María teniendo como referencia el texto de Efesios 2. D. Rafael predicó sobre la Virgen, la llena de gracia. Nos invitó a rechazar del todo el pecado para llegar al cielo, con esta Madre nuestra Inmaculada, puerta del cielo.
Cuando eso acabó, ¡comenzó uno de los ratos más emotivos de la Vigilia! Se expuso al Santísimo y se leyó un texto de San Rafael Arnáiz sobre María.
Cuando eso acabó, ¡comenzó uno de los ratos más emotivos de la Vigilia! Se expuso al Santísimo y se leyó un texto de San Rafael Arnáiz sobre María.
Tras la lectura, comenzamos con el rezo del Santo Rosario. Cada misterio comenzaba con el testimonio de diferentes personas que representaban diversas vocaciones: matrimonio, noviazgo, joven, seminarista y virgen consagrada. En cada ave María, contemplábamos a la llena de gracia y ofrecíamos los misterios por las familias, madres embarazadas, los novios (para que la Virgen sea modelo de amor y de pureza), las vocaciones a la vida sacerdotal y consagrada, los jóvenes todos, para que de veras encuentren en Cristo el verdadero sentido de sus vidas. Después de cada misterio, cantábamos con fuerza a la Virgen.
Una vez acabado el Rosario, todas las personas allí presente nos consagramos a ella…
D. Rafael tomó la custodia con el Señor y pasó entre los bancos para bendecirnos. A Él sea la gloria.
Para poner el punto final a una noche plagada de emociones, pudimos compartir, en los salones anexos a la iglesia, unos momentos de convivencia mientras tomábamos unos refrescos unas patatas.
En la Virgen Inmaculada ponemos los jóvenes nuestras esperanzas.
¡Todo por Jesús y a Jesús por María!