El acto central del día ha sido la catequesis en el interior de la catedral de Cádiz. Sus naves, llenas de jóvenes, algo nunca visto en nuestra ciudad, ponen de manifiesto que algo grande está viviendo la “tacita de plata”.
A las diez y media dio comenzó una oración preparada por la Delegación de diocesana de pastoral juvenil y vocacional, en la que han participado diversos jóvenes a través de la lectura de textos bíblicos y diversas peticiones que han hecho. Todo esto en un clima de oración y silencio, pero a la vez alegre y con el calor humano que despierta la juventud.
Un momento muy emotivo fue la entrada de la réplica de la cruz del papa a los pies del altar mayor de la catedral, portada por multitud de jóvenes y acompañada por antorchas. Los cientos de jóvenes estaban viviendo un momento muy especial, y se plasmaba con un prolongado aplauso. El coro diocesano de juventud ha animado con sus cantos la oración.
Pasada las once de la mañana el obispo de la diócesis, D. Antonio Ceballos, iniciaba la catequesis mariana que ha centrado la temática del sábado. Con el ejemplo de la virgen María ha interpelado para que no tengan miedo ante la respuesta a una posible vocación concreta, bien en el sacerdocio, en la vida religiosa, o en el matrimonio cristiano. Uno de los textos que ha utilizado ha sido la aparición del arcángel san Gabriel a la virgen María comunicándole los designios de Dios.
Por su parte el resto del episcopado presente en la catedral que procede de Panamá, ha contado con gran entusiasmo y pasión su vocación al sacerdocio, así como una tremenda confianza en el Señor, “el único que nunca nos abandona”. Esta experiencia ha provocado de nuevo un gran entusiasmo entre los jóvenes, y ha hecho posible que ellos mismos se abran a la llamada de Dios.
A las doce de la mañana los jóvenes han participado en diversas Eucaristías de templos gaditanos. La participación y animación de las mismas ha corrido por cuenta de los propios peregrinos, y han dejado entrever a los fieles de Cádiz que es posible ser joven y cristiano. El denominador común de estos días es que la Iglesia sigue viva.
Por la tarde han continuado las visitas culturales que en el día de ayer dieron el pistoletazo de salida. Un hecho de especial mención ha sido el encuentro de jóvenes guatemaltecos en el Santuario de santo Domingo en el que han hecho entrega de un mosaico a la patrona de la ciudad, la virgen del Rosario. El motivo es que comparten la devoción a la virgen del Rosario como patrona de ambas ciudades, y han querido tener una ofrenda hacia la de Cádiz ahora que están aquí.
Por la noche, la ciudad de Cádiz ha compartido con los peregrinos una velada típica gaditana. En la plaza de la catedral han disfrutado de animación variada que representa los sentimientos más arraigados en nuestra cultura. Ejemplo de ello son la participación del coro femenino “Las Napoleonas” y la comparsa juvenil “Los bañitos del Carmen”, así como el coro rociero ‘’Sentimiento Marismeño’’. Las palmas y los bailes se han repartido por toda la plaza hasta pasada la media noche.
Antonio Jesús López García-Mohedano