Primer finde en la escuela de discipulado
Este fin de semana hemos 
comenzado nuestra escuela de discipulado para jóvenes. En un ambiente familiar, 20 jóvenes de la diócesis hemos estado conviviendo y profundizando en la llamada del Señor a ser sus discípulos y a evangelizar por el mundo entero. ¡Ha sido un fin de semana realmente entrañable! Una bendición y el primero de los tres que componen la escuela.
Comenzamos el viernes por la noche, después de alojarnos en la casa de las monjas de Campano, cenando juntos, acompañados por D. Rafael. Después de la cena, ya pudimos tener nuestra primera toma de contacto: recordamos el llamamiento que el Papa hizo en Río a los jóvenes de “hacer lío” en las diócesis, de salir afuera, de no quedarse encerrados. También pudimos conocer otras experiencias de evangelización que otros jóvenes ya viven en otras diócesis.
El sábado por la mañana comenzamos el día alabando al Señor con las laudes, y después, nos unimos en la Misa a la Escuela de discipulado de adultos. Una Misa realmente ungida en que imploramos al Señor que nos llenara de su Espíritu Santo, que nos diera luz y gracia para no ser sordos a su llamada.
A continuación, y en el jardín, bajo un agradable solecito, comenzamos nuestra segunda sesión: “¿Qué es ser discípulos?”. Partimos de varios textos evangélicos y del Nuevo Testamento, seguimos con otro discurso del Papa, esta vez el de la Vigilia de la JMJ, para continuar por último viendo un vídeo de Cotelo, en el que veíamos el “terreno de juego” en que nos movemos: qué opinan los jóvenes sobre Dios, la Iglesia, el sentido de la vida… y los modos equivocados que a veces tenemos de evangelizar. Después de esto, pudimos tener un coloquio en que intercambiamos visiones, experiencias e impresiones sobre nuestros ambientes y relación con otros jóvenes.
Después de una rica comida y paseo con D. Rafael, conocimos dos propuestas de nueva evangelización. La primera “Centinelas de la mañana”, surgida en Italia, y compuesta por jóvenes diocesanos que quieren llevar a Cristo a los jóvenes, de manera sencilla y actual.
Antes de ver la segunda, nos unimos a la adoración del Santísimo, de nuevo con los adultos de la Escuela de discipulado. “Señor, me sedujiste, y me dejé seducir”. Y ahora sí, después de cenar, nos presentaron la experiencia de Life Teen, nacida en América, con presencia en más de mil parroquias: método de formación impactante y visual.
Ya después de la cena, pudimos disfrutar de peli (“Mentes peligrosas”), seguida de cine fórum, ahondando sobre el sentido de la vida y las situaciones que nos presentaba la misma.
Después de los churritos del desayuno y las laudes del domingo, comentamos, de nuevo, al solecito, el último tema: “Id, sin miedo, para servir”. De nuevo, palabras del Papa, las últimas que dirigió a los jóvenes en Río. ¡Sin miedo! ¡Somos Iglesia!
Ha sido un intenso fin de semana, en el que salimos renovados y enfervorizados. Con ganas de evangelizar y de que llegue la próxima, que será el 6 y 7 de diciembre.
