Mi nombre es Lucía, y qué se puede decir de una peregrinación tan bonita y con tantos frutos como esta. Al principio me costó muchísimo venir, yo no quería pero con ánimo de mis amigas, un año más aquí estamos. Cuesta mucho irte diez días sin saber qué vas a hacer en ningún momento; como se suele decir, íbamos a la aventura. Pero ¡qué aventura, Dios mío! Sinceramente merece la pena ponerte en las manos del Señor y decirle: “Dios mío, donde tú me lleves allí estaré.”
Yo creo que lo que más marca de estas peregrinaciones son los ratos que compartimos unos con otros, que aunque ya nos conocíamos muchos los lazos de amistad se van haciendo más y más fuertes durante tan solo diez días. De este viaje me llevo a grandes personas que no tenía ni duda de que iban a ser tan importantes en mi vida. Parece que estas peregrinaciones te marcan un antes y un después, conoces más al Señor y lo más importante, con la ayuda de Ella todo se puede lograr.
Muchísimas gracias por hacer de estos diez días los mejores sin duda, y ahora es cuando comienza nuestra verdadera peregrinación, pero sabemos que junto a él todo se puede.
Mi nombre es Laura de Jesús y vengo de Algeciras. En un principio, yo no quería ir al viaje ya que eran muchas horas de bus y me iba a agobiar muchísimo. Al final no me arrepiento para nada de haber ido, porque ha sido la mejor experiencia que he tenido en mi vida.
Esta peregrinación no es a la primera que voy ni la ultima, todas te hacen que te enganches y quieras repetir, sobre todo por lo que se vive de forma personal y comunitaria en tan poco tiempo.
Saber que no eres el único joven con una devoción y no te da vergüenza demostrar y compartir tu experiencia de fe.
Ha sido una peregrinación llena de testimonios, es decir, todos hemos contado nuestra experiencia de Fe desde nuestro señor Obispo pasando por las consagradas, OMI, curas, seminaristas hasta nosotros los laicos durante todo el trayecto.
A muchos les ha hecho pensar en la vocación ya sea sacerdotal como de consagración.
A mí por ahora me ha servido para reforzar y recargar mi Fe y ponerme el propósito de trabajar para el señor en este nuevo curso en varios proyectos que se quieren llevar a cabo y siempre he tenido la ilusión de realizar esa función, una de ellas es ser catequista para preparar a l@s niñ@s para su primera comunión y confirmación… entre otros ^_^.
El primer día fue el reencuentro con much@s amig@s (de los cuales unos pocos he podido convivir este verano en campamentos) todos con muchas ganas e ilusión de llegar a Lourdes y visitar el resto de lugares claves que se tenía previsto.
Y llego el día, que a pesar de tantas horas de autocar y cansancio aun quedaban energías para saludar a nuestra señora de Lourdes y despedirnos de ese primer largo día con el Rosario de Antorchas, momento en el que reviví la primera vez que la vi.
Al día siguiente fuimos a las piscinas que aunque fue un momento de bastante apuro (muchaaaa vergüenza) fue un momento íntimo e impactante en el que la temperatura del agua ni la note.
Otro momento que he de destacar junto a la misa internacional y la Exposición al Santísimo, es la participación conjunta de la Diócesis de Cádiz y Ceuta en el Rosario de Antorchas (cargando a la virgen, portando las velas y coro) del que me acorde en especial de cada uno de las personas que no han podido venir a esta peregrinación, de las que me habían pedido que rezara por sus intenciones cuando estuviera delante de Ella y de las personas que ya no están en cuerpo junto a nosotros.
Cada momento tenía su detallito, del que Dios nos está dando un mensaje de forma personal e individual a cada uno de nosotros.
Allí no existía ningún tipo de diferencia, ya sea raza, religión, sexo ni lengua… todos con un mismo fin, una misma Fe unidos por la oración.
Ver que en ese lugar no solo van personas enferma física o psíquicas sino también las enferma de corazón, que buscan el perdón y reconciliación con Dios.
La noche previa a irnos fue la única vez que pude pasar bajo la virgen, pase por la roca y desde el principio que toque las piedras hasta que retire la mano fue una sensación en que el corazón aumentaba el latido cuando me acercaba y disminuía cuando me alejaba.
Pase muy buenos ratos de risa, muchos cantos, imitaciones, veladas, un cumple especial final…
Y para finalizar y no enrollarme más, el momento final de Consagración ante el Sagrado Corazón de Jesús con una bonita oración.
Hasta la próxima peregrinación de principio de curso que es en mi tierra caballa ante la patrona de Ceuta… Santa María de África ^_^
Hoy no me he despertado con la voz de María, al mirar al lado he buscado la mirada de mis nuevos amigos… pero no estaban. Lo había olvidado, volvimos ayer. Hoy fue la brisa la que me despertó, un susurro… En mis sueños aun estaba de peregrinación, da igual el sitio, lo importante era con quién, todos reunidos en su nombre, porque en medio estaba Él. Y me di cuenta que ya no estaba sobre mi esterilla, y aunque mi sueño quise alargar, el silencio era más atronador que todos gritando… Me gire y no vi ninguna mirada, ninguna mirada de mis compañeros, como todas las mañanas… No oigo sus risas ni sus chistes… Pero le oigo a Él… Hoy desayunaré solo, rezaré solo, aunque sé que no estoy solo, porque nuestros corazones ya están unidos en Su Nombre, y cuando le hable sólo tengo que cerrar mis ojos para ver, oír, sentir todas las emociones que yo quiera, al fin y al cabo Él las hizo posible.
Me siento extraño, me quedo mirando la nada, y les veo, mis amigos, mis hermanos… Y en medio de este silencio le oigo a Él, que me invita a comenzar de nuevo, ahora empieza mi peregrinar, ahora empezamos a andar de nuevo. Estos días han sido, paradojicamente, una parada en nuestra peregrinación por la vida en la búsqueda de Dios, ahora comenzamos de nuevo a andar. Él nos vuelve a enviar, pero ahora con más fuerza, porque ya no es como antes. Tengo alegría en mi corazón porque pronto veré a mis hermanos y con ellos hablaremos de Él y de muchas otras cosas… Él nos ha unido y le doy gracias y por ellos le pido.
Hoy, en el silencio de esta mañana, en mi corazón hay jaleo, y sonrío absorto, estamos unidos por Él y nadie nos podrá separar, caminamos otra vez junto a Él, que nos levantará si caemos, porque la verdadera peregrinación comienza ahora, y es en ahora cuando Él lo espera todo de nosotros. Le siento a mi lado y sé que lo voy a hacer bien, lo vamos a hacer bien.
Al terminar no puedo olvidarla a Ella, que es la que en los momentos más débiles de la peregrinación ha estado ahí… “Haced lo que Él os diga” y Ella es la que ha hecho que todo salga perfecto. Como diría Don Bosco “Ella lo ha hecho todo”… Que gran verdad, sin Ella nada hubiese sido igual. No me preocupo, al igual que Él, Ella también nos acompañará en esta nueva peregrinación que hoy comenzamos. A Ella le encomiendo todas nuestras vidas.
Hoy me he despertado sin ver sus miradas, pero resuenan en mi corazón sus risas…
(Con todo el cariño del mundo, especialmente a mis “Pecaditos”. También a mis “Estupendas”, y todos los que hemos formado parte de #LourdesCC, y como no a mi párroco y gran amigo, Iván)
“Alégrate oh pueblo santo, ve y alábale a Él…”